Regalar cosas; la obsesión de la vieja política  

“Aquel candidato que regala cosas para que lo sigan no es un buen líder, es un comerciante de la política” Jose Mujica ex presidente.

Es muy importante comenzar este escrito repudiando toda acción moderna sobre la caridad y las donaciones a las instituciones necesitadas o las personas en particular, porque esos hechos de falsa bondad, muestran la expresión más rancia de la vieja política. Dichas acciones representan el manoseo público más detestado y al cual la gente le dijo basta en las últimas elecciones. Si bien,  quién escribe este artículo no comparte un lugar partidario con la Libertad Avanza, ni comulga con sus ideas de gobierno, etc, así mismo puedo identificar, luego de un estudio estadístico exhaustivo, lectura de encuestas y mucha información;  que la ciudadanía le dijo basta a las locuras de la nueva progresía, que sin siquiera tener autocritica se paró durante muchísimos años desde una vanidad absolutista, argumentando iluminaciones y una corrección política absurda a la cual la población le dio un corte definitivo, no solo en su consumo explicito, sino también en la lucha cultural y posteriormente en las elecciones con el voto, donde concretó “el basta” .  Muchos de los actores del “ Campo popular” insisten aun a la fecha con que su discurso estaba bien y su visión respecto al poder; una visión realmente ajena a la realidad de la sociedad Argentina, que lo único que quiere en general es poder trabajar y progresar en función de ese trabajo, que a pesar de los ataques continuos del Super Estado a la producción , se han mantenido firmes en sus objetivos, esforzándose cada día para poder continuar, aun con la presión del fisco y la carga de un Estado Argentino que es enorme, burdo y absolutamente destructivo de la producción nacional( y esto desde hace muchísimos años). El progrerio comenzó a enloquecer con incrementar la recaudación para tener cajas cada vez más grandes y con esas cajas poder tener militancia paga, argumentó millones de excusas para inventarse luchas, fogonear minorías, etc, todo en perjuicio de la clase laburante, de los emprendedores, de la industria, y hasta del propio campo.

En ese camino se encuentran muchos a la fecha, y en la ciudad de Bragado siguen completamente ajenos a la voluntad de la ciudadanía, jugando todo el tiempo a vender un Estado Municipal que no le interesa a nadie.  Esta afirmación cualquiera puede ver la evidencia en la propia publicidad que el municipio hace a través de los “Medios de comunicación” que repiten la gacetilla oficial. El sec. de Hacienda que se propuso en el 2021 como lo distinto, apela al divorcio total con la población, pautando un incremento de tasas donde solo argumentó la necesidad de mantener una recaudación por los costos que le demandaría el Municipio, apelando a la inflación , sin pensar siquiera que necesita a esa sociedad a la cual la carga tributariamente de esa manera. Es que lógicamente el Estado Municipal se alimenta de la producción y del dinero del pueblo.  Si la producción local se cae; ¿De dónde va a sacar plata el gobierno local?  ¿ Va a incrementar los controles vehiculares por toda la ciudad? ¿Va a hacer operativos de tránsito y policiales por todos los pueblos linderos y las rutas? ¿ Va a seguir incrementando Tasas? ¿ Va a crear Tasas Nuevas al combustible? Es que al final igual sigue siendo la sociedad que antecede al poder quien pone la guita.

En medio del caos del absurdismo de la vieja política, resurge nuevamente el juego de las bondades, y razón por la cual surge este escrito y análisis, y que es el hacer política y buscar ser conocido a través de la caridad, de las donaciones y del ser dadivoso. Un error realmente grave por parte de la dirigencia de Bragado, sea del partido que sea. Una de las acciones más horripilantes que existen, de la vieja política y de lo cual fundamentalmente la gente se hartó, el manoseo a los pobres, a los necesitados, el andar fogoneando regalos públicamente y buscar sacar rédito político de eso. Esperemos que la clase política entienda de una vez que la gente de Bragado y de todo el pueblo Argentino, quiere trabajar y progresar, construir su vida, ser útil, producir, tener sueños. Dejense de joder con sus juegos estúpidos de poder.